Los hermanos han aprobado en la Asamblea General Extraordinaria de hoy el proyecto presentado para los hábitos de nazarenos que vestirán los hermanos a partir de la próxima Semana Santa de 2024.
Se trata un diseño sobrio y sencillo, lleno de simbolismo que consiste en túnica de tela negra de tejido tupido y sin brillo, abierta desde el cuello hasta la cintura y abotonada en su parte delantera con 33 botones de color negro.
La túnica va ceñida con cíngulo de color rojo con borlas de madera y fleco de cuquillo anudado al lado derecho, con tres nudos en uno solo de sus cabos.
La túnica se complementa con antifaz y capuz de igual color y tejido, que porta, en su centro, la Cruz de Santiago en color rojo bordado. El capirote, del que prescindirán los penitentes medirá, como mínimo, cien centímetros.
Se remata el atuendo con calzado cerrado de color negro, y calcetines negros tupidos. Además los hermanos nazarenos portarán en su cuello el cordón y la medalla de la Hermandad.
El proyecto, plantea también que los cirios de la Cofradía serán de color tiniebla, el caso de aquellos hermanos que acompañen a Nuestro Padre Jesús Nazareno. Los que acompañen a la Virgen de los Dolores lo harán con cirios de color marfil.
El simbolismo y rigor del hábito
Desde la Junta Directiva, promotora del diseño aprobado por los hemamos, se ha priorizado la idea de buscar una túnica que encarnara el carácter sobrio, sencillo y tradicional de la Cofradía. Para ello, se ha desprendido al mismo de cualquier adorno, material o distintivo artificial, buscando señas de identidad que caractericen a la Cofradía de Santiago del Arrabal en la calle, y al mismo tiempo, que busque la mejor forma de realizar dignamente la Estación de Penitencia para la cual serán confeccionadas.
Los símbolos del hábito vienen identificados en varios puntos esenciales:
RESPETO POR LA TRADICIÓN
El capirote es un gorro puntiguado cuyo origen datan del siglo XV durante la época de la Santa Inquisición, —aunque en 1351 las Cortes de Valladolid ya nombraban esta prenda— cuando se colocaban estos sombreros altos de forma cónica a las personas condenadas por el Santo Tribunal. Junto a este, al acusado también se le imponía el sambenito que cubría el pecho y la espalda. Ambas prendas se usaban para señalar la penitencia del reo.
En relación a este fuerte significado penitencial, las hermandades religiosas lo adaptan para Semana Santa por su simbolismo de castigo y penitencia desde el siglo XVIII, habiendo documentos que así lo atestiguan durante el reinado de Carlos III. De este modo, su uso se propagó todas las ciudades españolas con- virtiéndose en un elemento imprescindible en la vestimenta nazarena.
PENITENCIA Y ANONIMATO
La forma cónica del capirote nace para acercar al penitente al cielo. Mientras que el capuz y el antifaz, que es la tela que cubre este capirote y llega hasta el pecho sirve para ocultar la identidad de la persona penitente.
LA TÚNICA NEGRA Y LOS 33 BOTONES
Simboliza el luto y la botonadura nos recuerda la edad de Cristo en el momento de la Redención.
EL CÍNGULO
Con alto valor simbólico, se define en color rojo en recuerdo a la Sangre de Cristo derramada para la Salvación de los Hombres; y los tres nudos repre- sentan la Santísima Trinidad —el Padre, al Hijo y el Espíritu Santo—, que nos trasladan, además, a la Orden Trinitaria, sede fundacional de la Corporación.
CRUZ DE SANTIAGO
Bordada en el capuz, es símbolo inequívoco de la Sede Canónica de la Herman- dad: la Parroquia de Santiago el Mayor.
CIRIOS
Los colores elegido para los nazarenos se identifican por ser los más naturales, aquellos más similares a la cera original y su simbolismo penitencial. Se busca de este modo desprenderse de cualquier elemento temporal y artificial, alcanzando una unión con la Creación y la tradición litúrgica de la Iglesia Católica.