Nuestro Padre Jesús Nazareno

El Nazareno del Arrabal

Se trata de una imagen de autoría desconocida y realizada en el siglo XVIII en madera policromada. De 1,78 metros de alto, representa a Cristo de pie, hierático, maniatado y como ajeno de todo cuanto ocurre a su alrededor.

Su iconografía responde al modelo creado en el siglo XVII por el célebre Cristo de Medinaceli. Por su rostro y cuello corren gotas y pequeños surcos de la sangre producida por la hematidrosis que sufrió en el Huerto de los Olivos. Su posición ergida y solitaria pretende hacer ver la profunda desolación de aquél momento cuando, apresado, fue abandonado por sus discípulos en Getsemaní.

La talla, de vestir y corona de espinas es la única junto con el Cristo del Calvario con pelo natural de las que procesiona en la Semana Santa de Toledo. 

En el año 2019 la imagen, muy deteriorada, y que no recibía ninguna intervención desde principios del siglo XX fue restaurada integramente en el talle de Dalila y Galván en Toledo. Se encontraron en las tareas de recuperación vestigios del uso de potencias, así como la ausencia de una de las orejas, debido a un tiro durante la Guerra Civil Española.